Qué es de uno si no
tiene un equipo por el cual sufrir? Si no tiene un equipo por el cual llorar?
Muchas veces decimos: “Así no se puede, con esto no
llegamos a nada” y al próximo sábado o domingo ya estamos alentando al equipo y
gritando: “pero con estos guerreros salimos campeones”.
Todo futbolero recuerda la primera vez que fue a ver
al equipo de sus amores, el día ese en que su equipo le dio la primer gran
alegría de su vida, o la primera vez que lo hizo llorar, la primera vez que lo
decepcionó, “esa vez”, me entiendes ?
La pasión por un equipo lo puede todo. Puede hacernos
encontrar los $xxxx pesos que antes no teníamos, solo para comprar una entrada.
Puede hacernos mentir a nuestras novias: “hoy no puedo porque tengo que
quedarme en casa a cuidar a mi abuela”, para después aparecernos pintarrajeados
con los colores de nuestro corazón.
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